Peredo, periodista de combate

katari.org
Se ha ido un luchador revolucionario, no cabe duda. Si alguien vivió gastando la vida fue precisamente él, corriendo todos los riesgos y desafiando siempre a los poderosos.

Antonio Peredo LeigueAntonio Peredo Leigue, hermano de dos destacados combatientes guerrilleros de Ñancahuazú junto al Che Guevara, Inti y Coco (Guido y Roberto), ambos muertos en combate. El primero cercado por la policía en La Paz, el 9 septiembre de 1969, y el segundo, dos años antes en la vanguardia de la guerrilla cerca de La Higuera, coincidentemente también en septiembre (el día 26).

Antonio Peredo fue miembro del Ejército de Liberación Nacional (ELN), periodista, integrante del Movimiento de Solidaridad con Cuba, docente universitario y senador del Movimiento al Socialismo (MAS).

En su labor periodística, Peredo siguió el legado del sacerdote jesuita Luis Espinal, con quien fundó el periódico del pueblo Aquí.

En esa trinchera de lucha, nadie que siguiera de cerca y con la intensidad que la historia exigía durante la dictadura y en la misma reconquista de la democracia y su defensa puede olvidar aquel titular del Semanario que le valió la cárcel durante el gobierno de Víctor Paz Estenssoro: “Cabrones”, golpeaba contundente la portada de Aquí sobre la imagen del ex jefe histórico del MNR.

Pero, para Peredo, la cárcel no sería nada nuevo. Ya durante la dictadura de Hugo Banzer (en años 70) le tocó vivir privado de libertad y reponerse de la tortura. Allí demostró su gran valor humano y solidaridad con sus compañeros de infortunio.

Audaz y rebelde era Don Antonio, que aportó con su mirada crítica hasta el último momento que pudo escribir sus columnas periodísticas.

Una de sus últimas apariciones públicas fue en la Embajada de Cuba en La Paz, en marzo, en la presentación del libro Nuestro deber es Luchar, que reúne las exposiciones y reflexiones de importantes intelectuales del mundo y del comandante Fidel en La Habana.

Allí Antonio, amigo y militante de la Revolución Cubana, expuso con brillantez la urgencia de encarar con sabiduría y desde una óptica militar la guerra mediática que el imperialismo desata día a día contra los pueblos de América Latina y el mundo.

“Nuestro deber es luchar, y algo más, estamos haciendo la historia. Tenemos el privilegio de hacer la historia. Por qué insistimos en ser simplemente testigos”, afirmó Peredo, para luego concluir con una anécdota que demostró la energía y la capacidad del líder de la revolución cubana, Fidel, quien sin duda era para Antonio uno de los más certeros exponentes del pensamiento revolucionario de todos los tiempos. Salud, Antonio, la lucha continúa.

V o l v e r